En
primer lugar vamos a ponernos tranquilos. No conozco a ningún escritor que nada
más tocar el teclado escriba páginas y más páginas de su novela. Si vamos a
trabajar en una novela, vamos a hacerlo bien. He leído en varios artículos que
lo importante es escribir sin importar la forma, ni cómo quede el texto, la cuestión
es redactar. Lo siento, yo no sé hacerlo; voy puliendo una y otra vez antes de
ir ampliando capítulos, que se le va a hacer…es mi estilo. Por ese mismo
motivo, cuando me encuentro bloqueada, pienso que no todo es escribir. ¿Sabes
el trabajo que lleva una novela? Probablemente si estás leyendo este post la
respuesta es un sí rotundo. Así mismo, te recuerdo que hay faena de
documentarte, repasar tus personajes y conocerlos a fondo, a la vez pensar en
esa trama que te ha inspirado en llevar a cabo precisamente esta historia.
Siempre podemos recurrir a la “Lluvia de ideas”: Escribir en un papel todas las
probabilidades aunque parezcan absurdas acerca de la escena que estamos
escribiendo. También contamos con la conocida pregunta: ¿Qué ocurría si…?
Lo
importante es tener paciencia y esperar a que las ideas acudan a nuestra mente.
Y llegan, te lo aseguro.
Y
repito… cerciórate de conocer a tus protagonistas, y hacer malvados a sus
enemigos. Sobretodo escribe cuando te apetezca, al fin y al cabo lo hacemos
porque nos gusta, no vamos a torturarnos, a no ser que nos juguemos el pan de
cada día. ¿Qué me motiva a seguir con mi novela?, la respuesta es tener muy
claro el final e ir tirando de la cuerda hasta llegar a él.
Espero
que mis consejos te sean de gran ayuda; tus comentarios son muy valiosos.
Un
abrazo!