Promesas...otra de mis novelas a seguir ¿que os parece el comienzo?

Promesas




Esta oscuro. Odio la oscuridad. Y la cabeza me duele mucho. Oigo un zumbido que me perfora las sienes, y creo que mis ojos van salirse de sus cuencas. Aturdida trato de averiguar dónde me encuentro, pero solo soy capaz de alcanzar una fría y macabra negrura que me engulle hacía la nada. El silencio es atronador, hueco y pestilente, y siento que voy a perder el equilibrio. Mi respiración suena acelerada y el aire se me antoja frío y plomizo, la humedad se me ha calado en los huesos, y no soy capaz de entrar en calor.

No entiendo nada.

Echo de menos la cordura y la capacidad de razonamiento. El miedo puede conmigo, me tiene atrapada entre sus invisibles garras y, hace temblar todo mi cuerpo; creo que cuando consiga respirar mas hondo seré capaz de llorar, tal vez de gritar; ahora solo me castañean los dientes. ¡No puede ser una pesadilla!.

¡Dios mío! ¿qué demonios ha pasado?. No recuerdo nada, no sé dónde estoy, ni como he llegado hasta aquí. Solo sé que estoy perdida y atrapada, en un cuarto fosco y húmedo. Tanteo a ciegas con mis manos la rugosa pared, parece de piedra, esta fría y me he enganchado la piel con algo punzante; suelto un alarido y me llevo el dedo a la boca, y noto el sabor salado de la sangre. Pienso en muchas cosas, y ninguna me conduce a la luz. Si al menos pudiera controlar el temblor que sacude mi cuerpo tal vez no me sentiría tan vulnerable, ni tan frágil como una hoja quebrada en medio de un huracán. Apretó los ojos delirante procurando acallar ese punzante silbido, y por mas que quiera no alcanzo ni un mísero murmullo que desvele que diablos esta pasando.

Horas de interminable silencio.

Un silencio ensordecedor que de pronto se rompe con un estruendoso ruido metálico, como si alguien intentase derribar la puerta con un ariete. Me sacudo y doy un respingo retrepándome contra la pared, y dando manotadas en el aire titubeo algo inaudible. Una portezuela se abre con un golpetazo seco y oigo el apático crepitar de unos pasos firmes. Me abalanzo al frente por instinto.

¾¡Atrás, largo de aquí!¾ruge una voz áspera pateándome en el costado. Huyo como un perro apaleado y me encaramo de nuevo a la pared. Veo unos ojos negros que brillan en la oscuridad y relampaguean maliciosos. Encogida y amarrada a mis rodillas acuno un sollozo.

¾Aquí hay comida¾berrea el hombre en un tono mas duro que una piedra, y desaparece dando un sonoro portazo que retumba en la habitación. Estallo en un bramido de amarga impotencia, y al acto mi mente comienza a esclarecer; como un rayo de luz pinchando un nubarrón. Ahora lo recuerdo. Nos han engañado. ¡Camila! ¿Dónde estas Camila?. Se me ha helado la sangre en las venas, y presa de un nerviosismo macabro repaso mentalmente, sintiéndome ridícula y engañada la nota con la que obsequiamos a nuestros padres..

Mis cuentos..

Ya queda menos para tener acabado mi libro de cuentos infantiles, unas cuantas ilustraciones y listo. Es un proyecto que tenía en mente desde hace mucho tiempo, y al fin va tomando la forma que yo quería. El titulo será: "Cuentos solidarios para lenguas de trapo". Y digo solidarios porque está inspirado para poder ayudar a los pequeños más necesitados, y la intención es recaudar fondos para una organización de ayuda a niños con problemas. En cada cuento se ven reflejados distintos valores humanos como son el respeto, la libertad y la belleza real de las personas. Dirigido a un público infantil y dedicado a mi hijo. Deseádme suerte!!

Cuento dedicado a mi hijo

Un regalo muy especial




Daniel tenía nueve años cuando descubrió que su padre tenía una enfermedad que pronto le obligaría a abandonar este mundo, y viajar a un lugar dónde no existe el sufrimiento ni el dolor. Desde entonces el pequeño se convirtió en un niño encerrado en si mismo al que le costaba encontrar amistades pues estaba tan triste que no podía soportar la felicidad de los demás. Sin embargo a menudo se preguntaba porqué los demás niños eran tan felices, y él tan desgraciado. Un tarde gris el doctor se apresuró a visitar a su padre, y cuando salio de la habitación arqueó las cejas, se acercó a Daniel y le apretó el hombro; entonces comprendió que a partir de ese momento nada sería igual, el pequeño corrió a la habitación de papá y se echó a sus brazos para darle un último adiós. Entonces su padre con una sonrisa esperanzadora, le tendió con temblor en sus manos una caja dónde había preparado unos cuantos regalos. Daniel la atrapó entre sus manos y con los ojos encharcados le dijo:

¾Yo no quiero más regalos, quiero que te quedes conmigo para toda la vida.

A lo que el padre le contestó:

¾Tranquilo esto solo será un largo viaje, luego me quedaré para siempre en tu corazón, y no dejaré que estés nunca triste porque te haré cosquillas siempre que vea una mueca triste en tus labios.

Luego se durmió para siempre.

Pasaron los meses, y Daniel no se atrevía a abrir la caja que le había regalado papá, pues pensaba que nada en el mundo podría hacerle feliz. Un día mamá le animó a desvelar su contenido, y entre los dos desenvolvieron ese regalo tan especial. De pronto Daniel se sorprendió mucho al descubrir en su interior unos regalos muy peculiares: Una llave, una goma de borrar y un saco con una cuerda.

Daniel arrugó la frente y le dedicó una extraña mirada a su madre encogiéndose de hombros. Junto a cada regalo se encontraba un papel cuidadosamente doblado y que pronto se apresuraron a leer. Entonces la madre lo desplegó, era el que correspondía a la llave, y él decía:



“Esta es la llave de todas las puertas y de todas las personas; para utilizarla tienes que sonreír y ser amable con todo el mundo, y haz que la palabra “Gracias” siempre este presente en tu vida. Con todo esto tendrás la llave del mundo.



Daniel se sorprendió mucho al escuchar esas palabras, e instantáneamente dibujo una amplia sonrisa en sus labios. Impaciente esperó el contenido de su otro regalo. ¿Una goma? Pensó Daniel, imaginando para qué podría servir.



“ Esta es una goma muy especial; sirve para borrar de tu vida la palabra “No puedo” también el rencor y la envidia. Debes creer siempre en ti, y luchar para lo que quieras conseguir en la vida sin despreciar ni hacer daño a los demás.”



El pequeño permaneció unos segundos pensativo, y creyó de verdad que las cosas serían más fáciles si todos fuéramos amigos, y qué sería más fácil conseguir nuestros propósitos si eliminásemos las barreras. Ya solo quedaba un regalo, el saco atado con una cuerda:



“Este es mi regalo más especial; es el saco de la confianza. Basta lo guardes en un lugar muy especial, y se trata de que confíes en los demás. Yo te enviaré mi amor a través de las buenas personas, y sé que nunca me dejarás de querer, por eso has de tener cuidado de no hacer daño a nadie porqué me lo harás a mi. Pero has de estar atento, porque te pondré a prueba a través de las personas malas, y así sabré si de verdad has usado correctamente todos mis regalos.”



Daniel sintió algo muy especial en su interior cuando mamá terminó de leer el contenido de todos los regalos, sin embargo se sentía muy feliz pues dedujo que sin esos regalos nunca habría encontrado el secreto de la vida. Ya algo cansado se retiró a su habitación y notó como aún sentía algo de pena y añoranza; de pronto un cosquilleó en su interior le hizo reír hasta revolcarse en su cama con sonoras carcajadas. Mamá entró en la habitación sorprendida ante las risas de Daniel, y preguntó preocupada si se encontraba bien, a lo que él contestó:

¾No te preocupes mamá, estoy jugando con papá.

Uno de mis cuentos solidarios

La princesa de ojos tristes




Hace muchos años. Cuenta la leyenda, que en el palacio de Miramar nació la princesa Esmeralda. Sus ojos diminutos eran del color de la avellanas, la tez blanca aunque moteada por pequeñas manchas marrones. Y el pelo, negro y encrespado se convirtió en un reto para las peluqueras de la corte. El rey (que era muy orgulloso) ocultó a su hija en el castillo, para así evitar las miradas y los comentarios del pueblo acerca de la poca generosidad que tuvo la naturaleza con ella. Cada noche el rey subía a la alcoba de Esmeralda y le contaba cuentos graciosos para hacerla reír, pero ella le contemplaba sin expresión en su rostro. También probó de hacerle cosquillas bajo la barbilla, y en la planta de los pies, pero Esmeralda se limitaba a soltar un suspiro de desasosiego con la mirada alicaída. El soberano día tras día probaba con algo nuevo, pero nunca consiguió alargar una sonrisa a su hija, es más se despedía de ella haciendo volar un beso en su mano, y se dirigía a ella llamándola “Bichito”

Pronto la princesa cumpliría la mayoría de edad y con ello la quiso obsequiar con un regalo especial. Con tal motivo de celebración, hizo proclamar su deseo. Pronto el pregonero de la corte anunció la convocatoria en la plaza del pueblo: El Rey del palacio de Miramar recompensaría con un saco de monedas de oro, al único hombre que fuera capaz de hacer reír a su princesa de ojos tristes. Es imposible de imaginar la cola que prolongó desde la entrada de palacio hasta pueblos atrás.. Esmeralda reposaba delicada en la trona real escoltada por dos testigos, que a parte del rey confirmarían si la princesa esbozaba una retozo de alegría. Frente a ella, a sus pies hacía reverencia un almohadón cuadrado y ribeteado con motivos dorados, que acogía una gran pluma de faisán.

El primer aspirante entró tímidamente y tras inclinar la cabeza a su alteza, tomó la pluma y temeroso la acercó a la princesa y le acarició la mejilla derecha, a lo que ella hizo un gesto de desprecio y el rey inmediatamente hizo que se lo llevaran. El segundo candidato entró con una especie de danza cortés, agarró la pluma y la volteó por la cabeza de ella rozando el lóbulo de las orejas, Esmeralda se encogió de hombros y con la mirada ordenó que le expulsaran de palacio. Así sucesivamente fueron entrando y saliendo pretendientes danzarines, payasos, bufones dicharacheros y hazmerreír de todo el pueblo. El Rey desconsolado hizo parar el espectáculo, pues dio por perdida su esperanza por hacer reír a su primogénita. De repente se oyó una vocecilla que gritaba tras la puerta, y que con indignación protestaba porque quería ver a la princesa después de largo rato esperando a la intemperie. Su majestad se negó pues estaba ya harto ver como nadie era capaz de arrancar una mueca de los labios de su hija . En ese momento Esmeralda se aclaró la voz, y dio permiso para que dejaran entran a ese candidato tan empecinado en visitarla. Y así obedecieron sus súbditos. Ya casi sin aliento se presentó frente a ella, un joven de aspecto similar a su alteza, de piel blanquecina y pelo recogido tras las orejas, la nariz prominente. Su manó voló hacía la pluma y en un visto y no visto la hizo volar por los aires, y esta quedó prendida en una las fastuosas lámparas de techo. Luego se acercó con amplia sonrisa a la doncella y le ofreció su mano, ella vaciló un instante antes de dejarse llevar, el mozo poso su otra mano sobre la de ella y la miró a los ojos:

¾Mi querida princesa, tiene las manos mas suaves que he acariciado jamás, la mirada más bonita que hubiera imaginado nunca y unos hermosos labios que piden a gritos que alguien les dé la felicidad que merece.

Esmeralda comenzó a sentir un hervor en sus mejillas, y sus ojos se iluminaron llenando toda la sala con su resplandor, luego el joven mozo chasqueó los dedos y como por arte de magia, la pluma voló hasta su mano, y él la colocó en el pelo de la princesa. En esto que ella hizo un mohín con sus labios y sus mejillas comenzaron a tersarse mientras su rostro cambiaba de expresión. Luego sus labios se ensancharon como un rió desbocado y un gorgoteo de alegría escapó de su boca mientras con una mano se sujetaba el pecho y con la otra se cubría las mejillas. Para su sorpresa el Rey se enfureció, y comenzó a gritar deliberadamente.

¾¡Sacadlo de aquí! Es un mentiroso impostor, no voy a permitir que engañe de esta manera a mi hija ¾gritó furioso y con el rostro enrojecido por la ira.

¾No, su majestad, lo siento pero no me voy a ir. He cruzado todo el país para llegar hasta la princesa Esmeralda y no pienso irme sin antes haber pedido su mano. ¾aclaró el joven pretendiente.

¾¡Mientes como un bellaco! Nadie querría pedir la mano de mi hija, ¡mira su cara! Es mas fea que el demonio y tu, tú solo quieres conquistarla para que te dé el maldito saco de monedas.

El rey no se había dado cuenta de que había perdido los papeles, mientras tanto Esmeralda le miraba con decepción en sus ojos, y estos estaban encharcados por la pena y la rabia a hacia su padre, luego echó a correr por el pulcro embaldosado haciendo resonar el galope de sus tacones. Todos enmudecieron, y hasta el mismo rey se dio cuenta de que había metido la pata. El joven mozo tomó aliento y le lanzo sus últimas palabras:

¾Disculpe si le he podido parecer un impertinente, pero permítame decirle que desconocía que había un saco de monedas de oro en juego. Es más, ahora mismo le ofrecería diez bolsas de oro como la que tiene usted por una sola oportunidad de casarme con su hija.

El Rey calló con la barbilla altiva, absorto y tras desafiarle con la mirada, le instó:

¾¿Y porqué debería creerme esta farsa de estupideces? ¾inquirió desconfiado

¾Porque soy el príncipe de Bungalow y junto a mi padre soy uno de los hombres mas poderosos de todo el mundo. Y creo que su hija es la mujer más hermosa que he visto jamás; aunque usted es un ser tan egoísta y malvado que nunca ha sido capaz de ver su belleza real, porque no puede ver mas allá del dinero y del poder.

El rey cambió su expresión por una mirada vacía, y derrotado admitió su rudeza sintiéndose apenado. Esmeralda se asomó, y vio como su padre lloraba en silencio. Cuando su majestad levantó la cabeza, descubrió que su hija era bella y hermosa ,y que desprendía un magnetismo especial.

El joven se acercó a ella, y se arrodilló a sus pies.

¾Mi querida Esmeralda, prometo no borrar nunca la sonrisa de tus labios, mantendré viva la llama de tu mirada, y lucharé para que seas la mujer más feliz de la tierra. ¿quieres casarte conmigo?

La princesa le ofreció una amplia sonrisa y aceptó la propuesta del heredero al trono de Bungalow, no sin antes consultar con la mirada a su padre; y este le dio su permiso asintiendo con la cabeza. Desde entonces, el rey comenzó a valorar la belleza de las personas por sus actos y no por su aspecto.

Esmeralda y el joven príncipe se casaron, y tuvieron siete hijos que heredaron la belleza de los dos, un corazón gigante y una bondad infinita.



(Este es uno de los cuentos que incluiré en  mis  "Cuentos solidarios")

¿Agosto?

Estoy en casa frente al ordenador. De repente caigo en la cuenta de que hace mucho que no escribo en mi blog, y decido darme un  paseo.. Me pregunto si de verdad estamos en Agosto, pues a través de la ventana que está a mi derecha se abre un cielo encapotado que promete llover de un momento a otro; la puerta cruje estrepitosamente dado que sopla un  aire insípido que la hace bambolear. No me disgusto pues pienso que si ahora hace mal tiempo tal vez la semana que viene (cuando vaya a Menorca) gozaré de un tiempo magnífico. Ay si! qué esperadas vacaciones de relax me esperan junto a mi familia. Tal vez es lo que me hace falta; desconectar y airear la mente para continuar con todas esas páginas medio tintadas de historias sin terminar. De momento me despido unos días de mi blog, y prometo volver con los deberes terminados. Felices vacaciones a todos!!!

Fragmento de la novela que tengo a medias


Nunca llegó a creer que de verdad lo haría. Su mirada se resiste mientras sujeta el arma entre sus manos. Él la mira sin desafío; mas allá de sus ojos, mas lejos de su inexistente valentía, y estos a la vez se muestran emborronados y vacilantes. Con la otra mano ella sigue sujetando el teléfono móvil contra su oído y alguien a través de la línea le susurra al oído con la voz teñida de melancolía. Ella procura mantener la calma pese al temblor que sacude su cuerpo. Las piernas apenas le responden.


¾Te amo. Te amo como nunca he amado a nadie..¾Simone continúa con la voz ahogada y las pupilas anegadas y vacilantes ¾todo saldrá bien;¾titubea pendiente de un hilo¾ cuida de Alexander mientras yo termino con esta historia de una vez.

Él sigue al otro lado de la línea mientras ella aprecia todas las formas del revólver entre sus rígidos dedos, una suave y casi anormal cálida brizna alborota su larga cabellera; su cuerpo tiembla, aterrorizado bajo la tenue luz de la luna; el tiempo corre, no aplazará mas su decisión; no hay vuelta atrás, y reacia a despedirse con la mirada incierta de aquellos ojos negros que conocen el significado de esas palabras, Simone amartilla el revólver; y acto seguido con la angustia explosionando en su garganta da un trago de su pena y recuerda lo que le ha llevado hasta el final y aprieta el gatillo sin pensarlo más, contra el hombre que con celos incrédulos siente caer su cuerpo, derribado al vació, chocando contra las frías y plomizas aguas del Sena. Simone deja caer las lágrimas que asaltan sus pestañas y ruedan ardientes por sus mejillas como dos cálices de fuego, de súbito grita con amargo desgarro y desesperación una y otra vez, cayendo de rodillas contra el suelo, encogiéndose de dolor y dejando resbalar de sus manos el arma que le ha arrebatado parte de su vida, estremeciendo con su eco la fría oscuridad de la noche y llenándose de un vacío casi imposible de describir...

El fin



El fin




El mundo se cubre por una sombra mas negra que la muerte. Mas allá de las diminutas cabezas, el cielo se ha roto, y las nubes se arremolinan dominadas por un viento huracanado. Se hace un silencio atronador y de repente la gente corre despavorida, sin saber de qué huyen. Gritos y espantos inútiles, alaridos desgarradores. Luego una desorbitada explosión se expande hasta el infinito. La tierra se sacude y acto seguido cruje bajo los pies de un anciano indefenso que, horrorizado ve como el enorme tajo serpentea hasta perderse en el horizonte, alejándole de su casa. De pronto la otra mitad se hunde formando una gigantesca bola de polvo y virutas de fuego. No hay nadie a su alrededor, tan solo una niebla tétrica y asfixiante. El viejo anda descalzo sobre los restos del mundo, sin plantearse qué ha pasado, sin embargo intuye que ha llegado el fin. Entonces ya derrotado, se acomoda en una piedra rocosa, y se encoje en posición fetal, alargando el brazo derecho con la mano desplegada. Acomoda la cabeza sobre la otra mano y recuerda las palabras de su madre, cuando él preguntó por la muerte:

Madre, ¿qué es la muerte?

La muerte es el fin; es cuando todo acaba para las personas.

Y, ¿cuándo sabré que ha llegado el momento?

No te preocupes por eso mi niño; pues Dios estará allí para darte la mano..

Otra estruendosa explosión no fue capaz de despertar del profundo sueño a aquel pobre hombre; tampoco al resto de la humanidad.

Instrucciones para meter la pata


A ser posible levantarse con el pie izquierdo de lo contrario no puede considerarse del todo gafe, y no podrá recurrir a la metáfora de haberse levantado con ese pie. A continuación cerciórese de que ha calentado demasiado el café con leche y derrame “sin querer” el liquido sobre la única camisa limpia de que la que disponga ese día (es importante que sea un acto patoso) seguidamente acuérdese de su suegra, aunque no tenga sentido, le hará sentir mejor. Parta de su casa cinco minutos antes de la hora de llegada al trabajo y observé incrédulo como el autobús le deja atrás corriendo como un completo idiota con la corbata al vuelo tras de si. Haga unos cuantos movimientos con los brazos en sentido de derrota y resople unas cuantas veces (deje de maldecir la suegra, basta una vez). Al llegar al puesto de trabajo, sudoroso de haber cruzado andando a toda prisa la ciudad, coméntele a su jefe que siente mucho lo de su separación, que se entero de la noticia al ver a su mujer encaramelada con otro, recapacite enseguida y vuélvase del color de los tomates, respire hondo y prepárese para ser despedido; de vuelta casa sumerja el pie en todos los charcos posibles hasta pillar un catarro de los buenos; cuando llegue a su hogar recuérdele a su esposa que su trasero ha vuelto crecer en proporciones desmesuradas y apreté los cachetes ante la inminencia de un guantazo (mentalícese de que esta noche quedara a dos velas) por lo tanto deberá dormir en el sofá, ese que dispara muelles cada vez que se mueve, si de verdad le ha gustado la experiencia repetir tantas veces como quiera, de lo contrario levántese al día siguiente con el pie derecho y cómase un Donut.

Un minicuento

Mozambique



Dos niños de apenas ocho años aguardan con un arma agazapados tras unos matorrales. Es ya de noche, sus manos azuladas sujetan el artefacto con firmeza ante el temor de un ataque, Zacarías rompe el silencio:

Mi padre dice que van a construir una escuela.

¿Y eso qué es?

Creo que un lugar donde no mojarse cuando llueve y donde enseñan cosas. ¿Sabes que hay niños en el mundo que siempre van a la escuela y no pasan hambre?

No me lo imagino, pero he oído hablar de que los niños necesitan vitaminas y también cariño

¿Vitaminas y cariño?

Zacarías encuentra un trozo de pan en mal estado tirado en el suelo y se lo lleva a la boca.

¿Esto tendrá vitaminas?

Dicen que las cosas del suelo no se comen

¡Jajaja! ¡Qué bueno! ¿Entonces de qué vivimos, de cariño?

Ley de la atracción


Seguramente habréis oído hablar de la ley de atracción. Pero ¿Quién la entiende de verdad? Yo he indagado, he buscado y me he empapado de ella, y la verdad es que puedo confirmar que existe. Simplemente es una energía que forma parte del mundo (queramos o no) es algo que rige todas las acciones, e indudablemente marca nuestro destino partiendo del presente. No importa nuestro pasado, todo comienza a partir de un pensamiento. Nadie conoce a un gran empresario, exitoso y poderoso que sea : depresivo, negativo y sin ambición ¿verdad?. Tampoco conocemos a gente fracasada y sin recursos, por no hablar de delincuentes y drogodependientes que sean: positivos, alegres, emprendedores y con ideas claras.. ¿Por qué? Pues porque sus pensamientos son diferentes. ¿Simple, no? Entonces todo cambia cuando tenemos una imagen clara en nuestra cabeza de lo que de verdad deseamos; y por experiencia propia puedo afirmar que cuando realmente sentimos que: Queremos y podemos. Y estamos convencidos de eso, algo da vuelco, llamémoslo “energía” comienza a generar oportunidades y nos abre un camino por donde avanzar hacia lo que hemos pedido. ¿Cómo empezar? Es sencillo; pensemos en lo que queremos, no en lo que no deseamos (es el error que se suele cometer) Toda la energía se concentra en el pensamiento, da igual cual sea, si es bueno o malo, ahí se concentra todo. No vale pensar: Soy desafortunado. Hay que sentir que merecemos las cosas buenas. Dar las gracias por las cosas buenas que nos rodean, de lo contrario no podemos recibir mas de lo mismo ¿lógico, no? Es tan fácil como empezar con cosas pequeñas, y cuando lleguen esos pequeños deseos, anotadlos en una libreta (yo lo hago) y la repasáis una y otra vez a medida que vaya creciendo la lista. Os sorprenderéis de las cosas buenas, y del poder de vuestra forma de pensar nueva. Entonces todo empieza hoy. Me gustaría que os animaseis y que me comentarais vuestros pequeños y grandes logros, aunque sea vuestro pensamiento del día recibir una noticia agradable. Un saludo y muy feliz fin de semana a todos!!!

El cuento que prometí



La pequeña fugitiva
Noelia despertó con una idea clara en la cabeza. A excepción de otras veces, no le había abandonado el enfado con sus padres. Ella, muy convencida, creía que a sus siete años ya no era una niña y estaba harta de las ordenes y prohibiciones que le inculcaban a diario. Desde que se enteró de que ellos no eran realmente sus padres comenzó una rebeldía que día a día hacía mas difícil la convivencia y el entendimiento con ellos. “Noelia, cómete las verduras. Noelia no salgas a la calle sin chaqueta. Noelia termina los deberes. Noelia todo lo hacemos por tu bien…”
Por mas que sus padres se disculparan la pequeña se revelaba con gritos y pucheros, y para guinda del pastel siempre terminaba la discusión diciendo: Vosotros no sois mis padres, si me quisierais me dejaríais hacer lo que yo quiero, ya soy mayor.
No había vuelta atrás, Noelia agarró un petate con unas pocas piezas de ropa, guardó algo de comida y se lo colgó en el hombro para emprender su vida. Mama estaba en la ducha y papa ya había salido a trabajar, por lo tanto el camino estaba despejado, y la pequeña escapó de casa sigilosamente y de puntillas.
Noelia enfiló el caminito del jardín que la conducía campo a través, hasta que se vio hundida en el bosque, envalentonada no tenía miedo, es más le gustaban las historias de terror y los cuentos de fantasmas. Y como sus padres decían que a los niños deberían darles miedo los monstruos; mas convencida estaba ella de que llevaba la razón.
Algo cansada decidió darse un pequeño descanso y se acomodó en un tronco caído, haciendo rebotar su talones contra la leña y sujetando su barbilla sobre el puño derecho. De repente oyó un leve siseo que la sacó de su aturdimiento y volteó la cabeza sin ver nada a su alrededor. Luego, ese murmullo se repitió y ella dio un brinco acercándose a la hojarasca y con las dos manos apartó las hierbas como si fueran una cortina. Se sorprendió al ver un pequeño gatito recién nacido que se desperezaba, y emitía un ligero maullido.
¡Oh! Pequeño gatito ¿dónde está tu mama? Estas temblando, ven que yo te abrigare. el gatito temblaba y la miraba con los ojitos abiertos de par en par.
Noelia dio un paseo por el bosque con el animalito dentro de su chaqueta, y por mas que buscó, no logró encontrar a la gata madre y decidió quedarse con él.
A partir de ahora te llamarás Copito, porque eres blanco como la nieve. Y yo te protegeré del frío y te daré de comer.
Copito se acurrucó a ella y le rozó la mejilla con su hocico. Noelia se sentía importante y continuó su camino en busca de un lugar dónde dormir. Pronto hallaron un descampado, dónde aprovecharon un lecho de hierba seca y un saco que colgaba de una rama. Noelia sacó de su mochila unos bollos de chocolate y una poca de leche.
Copito bebe un poquito de leche que has crecer y ser fuerte.Pero Copito negó con la cabeza y la boquita apretada.
No me gusta la leche. maulló el gato guiñando los dos ojos.
Todavía eres pequeñito, y si no tomas leche no crecerás.
Copito hizo una mueca y con mucho esfuerzo tomó un trago como si fuera una bebida apestosa. Acto seguido se durmieron abrigándose los dos.
A la mañana siguiente Noelia despertó y vio como su gato jugaba a mojarse las patitas en un pequeño lago, y tiritaba de frió con el pelaje empapado.
¡Copito, te vas a resfriar! ¿cómo se te ocurre con este frío jugar en el agua?gruño la pequeña con las manos en jarras.
El animalito refunfuño, y trepó hasta la copa de un árbol muy enfadado.
¡Copito, eres un gato muy malo! ¿No te das cuenta de que te puedes caer en el lago?, y si te haces daño yo me pondría muy triste. le explicó Noelia.
Ya no soy un crío, soy un gato responsable, y tú nunca me dejas hacer lo que yo quiero. protestó el felino.
 Todo lo hago por tu bien aclaró la pequeña, conociendo de sobra esas mismas palabras.
El pequeño gato saltó desde una rama, y con furia en sus ojos le gritó:
Tú no eres mi mamá, y si me quisieras me dejarías hacer lo que yo quiero, ya soy mayor…luego desapareció.
Noelia sintió como un escalofrío recorría todo su cuerpo. Su gatito había actuado igual que lo hizo ella. Entonces se dio cuenta de que sus padres tenían la razón, y de que los quería con locura. Sin pensarlo dos veces, dio media vuelta y se dirigió a casa; dónde sus padres esperaban muy preocupados noticias de la policía. Cuando Noelia entró por la puerta, ellos dos se emocionaron mucho y la estrecharon entre sus brazos; ella se disculpó:
Papa, mama; prometo comerme toda la verdura. Me abrigaré cada vez que salga a la calle, y haré todos mis deberes. Os quiero mucho, y no os cambiaría por nadie.
A partir de entonces Noelia se comportó, y además cuido de la mascota que le habían regalado sus padres para celebrar su regreso. ¡Copito había vuelto!

Papá, el maltratador...



Señor policía, quiero denunciar a mi padre. Estoy seguro de que es un maltratador. Cada noche, cuando es hora de ir a dormir, me acompaña a la cama y me dice que me duerma pronto porque mama se ha portado mal y la va a castigar. A veces yo no me duermo (porque estoy muy preocupado) y oigo ruidos que vienen desde su habitación, suenan golpes, y mama grita, él también lo hace; y por lo general la paliza dura entre diez y quince minutos. En ocasiones ella grita su nombre, y papa gruñe con gran esfuerzo. Nunca he visto que tenga moratones, en cambio por la mañana parece muy feliz, la pobre sabe disimular muy bien. Pero lo cierto, es que la pelea siempre acaba igual. Imagino que papa le dirá: ¿Vas a portarte bien? A lo que ella responde: ¡Siiiiiiiii!

Pura inspiración


Desde que estoy en mi pisito, han comenzado a surgir un montón de ideas y proyectos. De hecho ya he escrito dos cuentos que a mi parecer son muy bonitos. Por eso y como solo vienen hacia mi ideas para seguir creando cuentos (a este paso no termino mi novela) he pensado en elaborar un libro de cuentos infantiles, con los que ya tengo guardados. Cada noche se los cuento a mi hijo, y le pido consejo para continuar; ayer le conté uno que le gustó mucho, y narraba sobre una niña adoptada, que harta de las órdenes y atenciones de sus padres huye de casa. En el camino se encuentra un gatito y decide arroparlo y protegerlo, sin caer en la cuenta de que actúa igual que su madre. Mi hijo enseguida lo captó, y me dijo que era un cuento fantástico... Cuando lo termine os lo hare saber. Un saludo!

Ya me he mudado


Ya estoy en mi casa; con mis cosas, con mi rinconcito particular, y con mi vida. Comencé bien, pues entré en casa con una nueva publicación bajo el brazo: La del certámen de microrrelatos Hipálage (doble alegría). De momento no tengo internet, y voy de prestado, por eso tampoco puedo atender mi blog tanto como quisiera, pero volveré... Así como me he he ido acomodando, han ido surgiendo nuevas ideas, nuevos cuentos; un brote de inspiración que se ramifica. No sé porqué, pero creo que este año va a ser muy positivo, y por supuesto compartiré todas mis alegrías con vosotros. Un abrazo para todos/as!

El placer de sufrir



A veces siento; que el mundo se hace grande,
y yo me siento pequeña.
A veces siento que las malas rachas
me golpean todo el cuerpo.
Y duele..
A veces siento que las sombras me persiguen;
y me vuelven ciega.
Y eso significa...
Que el mundo me esta dejando mas espacio y,
que el dolor que siento es porque voy a crecer y,
que dónde quiera que bailen las sombras
es porque en un lugar cercano existe la luz...

Un relato para empezar




Mensaje en una botella

Era una tarde tibia y llena de vacío. Ana, fundida entre pensamientos desordenados, paseaba a ras de la orilla, y chapoteaba con sus pies la espumosa bruma marina que se acercaba hacia la arena. Ana se sentó en un suspiro, y dejo que el mar le bañara los tobillos, aunque el agua estaba fría, la sensación era placentera y, recogiendo sus rodillas decidió espiar el horizonte. Entonces avistó algo que destellaba haces de luz y que se bamboleaba entre las olas, irguió su barbilla y ajusto la visión para descubrir que se acercaba hacia ella un recipiente de vidrio y, en su interior un papel curiosamente doblado. pronto su curiosidad se vio sacudida por un mar de especulaciones y emocionada comenzó a deducir que se podría esconder en aquella misteriosa nota:
¿Y si se tratara de un joven enamorado que le envía una nota a su amor? Oh.. Eso sería súper bonito y romántico; no como mi Serafín que no tiene ningún detalle conmigo. Y si realmente es un hombre perdido en una isla, incomunicado no puede llegar a su cita y hace lo posible por no defraudar a su amor.. Serafín, nunca haría eso, hasta por un partido de fútbol suplantaría mi presencia.. ¡Ay, que emoción! No gozo abrir la botella.
Ana atrapó aquel recipiente, impaciente e inquieta lo acaricio como si en su interior se hallara un tesoro escondido. Agarró el corcho que la taponaba y tras retirarlo con suavidad, sacudió la botella hasta que el papelito asomó la cabeza, formó una pinza con sus dedos y extrajo la misteriosa nota, con manos temblorosas desplegó todos los pliegues, y cerró los ojos aguantando una vez más la curiosidad. A simple vista el mensaje era muy corto, y ansiosa leyó la inscripción:
“ Ana soy Serafín, llámame que no tengo saldo”
Por distintos motivos, la relación entre Ana y Serafín finalizo, Serafín aún espera la llamada..

Inaguración de mi blog



Cuando Mercedes me dijo: “Maribel, ven que te abro un blog”. Sentí la misma sensación que la primera vez que me ofrecieron un cigarrillo; yo..yo..bueno venga. Y aquí estamos, destapando el cofre de la imaginación; dónde se almacenan historias y recuerdos, personajes pendientes de un papel, y tramas a punto de desvelar.. Y es que, cuando estuve este fin de semana en Benalmádena, lo primero que me preguntaron era si tenía uno, y yo ingenua pensaba que tampoco tenía mucho que contar. Por eso corrí (sin que me vieran) a una tienda de recuerdos especiales, y me pedí un cofre, pero no un cofre cualquiera; sino uno de dónde pudiera rescatar tesoros para la imaginación ¡y lo encontré!. Hay que ver lo que se vende hoy en día. Hoy os quiero dar la bienvenida a mi inaguración, y espero compartir con vosotros un viaje de historias y de misterios con, o sin resolver.

Bienvenidos


Hola, acabo de aterrizar en mi blog, pronto nos veremos asi como vaya construyendo..